ARCÁNGELES HACE HISTORIA
El Purgatorio -como le hacen llamar a la casa de los Arcángeles- fue testigo de lo que puede ser la mejor historia de la LFA cuando el equipo recién llegado a la liga venció al bicampeón que había permanecido invicto más de dos años, arrebatándole la victoria #26 con un irónico 26-20.
La defensiva local fue la primera en pasar lista en campo al contener el ataque de Caudillos comandado por Harry Roubidoux (#13) dándole paso al ataque poblano dirigido por Alex “Magnifico” García (#9) quien empezó a repartir el ovoide con David Hobbs (#28) y Donald Lee Johnson (#14) para desarrollar un dinamismo en la ofensiva. Las piernas de García también se convirtieron en combustible para empezar a invadir el territorio rival.
A pesar de lo agresivo que se volvió el tackleo caudillense, una divinidad acompañó a la ofensiva poblana teniendo también la participación de los acarreos de Joshua Mack (#34) quien empezó a poner en aprietos a los bicampeones. Estando ya en zona roja, el mismo Mack encontró un pequeño espacio para explotar la recepción y romper el cero con el primer touchdown del encuentro.
Roubidoux intentó responder en la siguiente serie, sin embargo, llegó el quita risas de la defensiva con la intercepción de Juan Pablo Pacheco (#21) cerrando así el primer cuarto y volando alto en las siguientes jugadas, sobre todo con lo poderoso que lució el juego de García. Mack nuevamente logró establecer a su ofensiva en zona roja y finalmente, aplicando la famosa “tush push”, García colocó el segundo touchdown para dejar a todos estupefactos.
La presión para el ataque caudillense por responder se empezó a notar, pero aun así la ventana con Emmanuel Harris (#15) logró poner a la ofensiva visitante en territorio rival además de empezar a encender los ánimos en el encuentro, mismos que provocaron castigos contra los poblanos lo que los colocó dentro de zona roja donde Justin Lewis (#2) se escapó hasta la anotación como “juan por su casa” para romper el cero y acercarse 6-14 al haber fallado el extra.
Ahora aparecieron las jugadas de Denzel Strong (#3) y del novato, Eduardo Valle (#10) para quebrantar a la defensiva de Chihuahua en la recta final del segundo cuarto. La gran conexión de García con Johnson volvió a posicionar a la ofensiva local en una zona inmejorable, apoyados por el acarreo de Mack quien nuevamente tocó la puerta.
Parecía que Strong marcaría el tercer touchdown del juego, pero el tackleo a una yarda le apagó la celebración, sin embargo, fue el brazo de García quien conectó con Hobbs en la zona de anotación para irse al descanso con la atónita ventaja 20-6.
El inicio de la segunda mitad evidenció los ajustes de la defensiva caudillense, logrando un 3 y fuera para los locales, entrando el turno de Roubidoux y compañía para ver si podrían ofrecer alguna respuesta, sin embargo, no fue posible si quiera mover las cadenas.
Arcángeles consumió prácticamente todo el tercer cuarto, principalmente con las magníficas jugadas de García quien, no solo logró conectar con sus receptores ante la presión caudillense, sino también hubo múltiples jugadas personales que mantuvieron la serie con vida, dejando a Caudillos sin forma de contener el ataque y para cerrar, García conectó con Alan Ortíz (#15) sumando otros 6 puntos a la pizarra ya que el extra no fue efectivo.
En esta ocasión la serie de Caudillos llevó el nombre de Keyon Lesane (#9) quien le dio una gran posición a su ofensiva con el regreso; posteriormente, con la recepción, dejó el ovoide dentro de territorio rival para que así Lewis se escapara en la siguiente jugada hasta la zona de anotación mostrando que el caudillo aún seguía con vida acercándose 13-26 en el cierre del tercer cuarto.
Dicen que el cuarto cuarto es el cuarto de los campeones y en efecto, fue el momento en que mejor respondió el equipo de Chihuahua conteniendo efectivamente en esta ocasión al volátil juego poblano y por si faltara un poco de drama en este encuentro, la lluvia empezó a hacerse un tanto presente.
El duelo se encendió cuando Lesane nos otorgó un regreso hasta la anotación, agregando un poco más de sabor al encuentro y metiéndose en el partido 20-26 restando 5 minutos.
Las emociones se encontraron a tope en el purgatorio y el fumble que pudo recuperar Joshua Donaldson (#20) el cual le dio paso a su ofensiva en la yarda 27 de Arcángeles parecía anticipar el comeback del bicampeón, sin embargo, la defensiva poblana, la cual estaba siendo un gran referente en el encuentro, se mantuvo firme llegando a los acarreos y cerrando cualquier ventana.
Caudillos se vio obligado a jugándosela en cuarta y lo que parecía era una anotación de Harris para obtener al menos el empate, resultó ser una jugada inválida al haber orillado al receptor salir del campo en su ruta, lo cual lo volvió inelegible para la recepción anulando las ilusiones de reducir la desventaja.
Ya en la pausa de los dos minutos, Arcángeles trató de consumir el tiempo del reloj con los acarreos, pero al salir pronto del campo aún dejaron tiempo para que Caudillos buscara una oportunidad más y parecía que la estaban construyendo con la recepción de Lesane la cual los colocó en zona roja.
Una cuarta oportunidad y ocho yardas, restando 20 segundos en el marcador puso a todos al filo de nuestros asientos, pero, tanto la presión de la defensiva, como la gran cobertura del perímetro arcángel, eliminó la última chance que tenía el bicampeón de remediar el resultado.
Fue así como llegó la segunda victoria de la temporada para Arcángeles, pero quizá la más importante de la temporada regular, pues lo que sucedió esta noche del sábado se puede convertir en un hito inmediato para la franquicia al ser el primer equipo que venció a bicampeón que se mantuvo dos años seguidos invicto con 25 victorias, sin duda es algo que nadie va a olvidar en mucho tiempo.